Wednesday, October 11, 2006

Un buen martes...

- Adiós, faltan 4 paradas, verdad? - Fueron las últimas palabras que escuché después de decir adiós a mi madre. Después me di cuenta de que en realidad eran 6 :Ñ, pero al parecer llegó a México bien después de 3 semanas de andar por acá, y ayudarme en mi mudanza a Viena.
- "Que tengas un buen martes" - El primer mensaje en mi celular en la mañana.
Después de esto, todo pintaba para un martes común y corriente como los últimos acá en Viena, pues como muchos saben ya me mudé para continuar mi segundo año de maestría; sin embargo hubo un aura especial en este día. Primero llegué con Ekatherina (Rusia) a inscribirnos por fin en la universidad, después de una semana de estar yendo a buscar gente para que me dieran una hoja que me hacía falta para la inscripción. Nuestra primera odisea en admisiones:
- Esa carrera no existe.
- Cómo? Ya la revisaste bien?
- Sí, miren, sólo esta "Computational Intelligence" y no "Computational Logic".
- Pero aquí esta la clave del programa.
- Sí pero estas son todas las que hay, no puedo creer que les hayan firmado esa hoja.
- Háblele por favor al sr. de asunos internacionales para que le confirme si quiere.
- Ring! Ring! No contesta.
- (Bastante sorprendidas) Aquí tiene nuestra carta de aceptación a la universidad, y aquí está la firma con la clave del curso.
- No pues no existe, se suspendió a partir de este año.
- .oO(!%#!#) Llámale entonces al representante del curso, aquí tenemos el teléfono, ayer tuvimos nuestra primera junta.
- No quiero hablarle a nadie, quiero aquí una clave correcta y un curso que exista.
- .oO(Pues váyase al $%#! entonces). Regresamos en un momento.

Lo mejor fue que por alguna razón la situación era tan absurda que nos dio risa más que molestia. Fuimos a la oficina de asuntos internacionales, donde después de un "Es muy temprano! Y en martes!" (Los martes no hay atención a estudiantes), nos arreglaron el problema. Regresamos con la misma monita que nos puso cara de "Ok, ok! Ya inscribanse! ching..." Y todo quedó listo.
Después corrimos a la clase de lógica filosófica (en alemán). Creímos que era tarde pero resulta que la clase estaba tan llena que no se podía entrar. El salón estaba literalmente atascado así que nos tuvimos que ir. (Ni siquiera se alcanzaba a acercar lo suficiente a la puerta para oír al monito). Me sorprendió que una clase fuera tan buena como para que se llenara así de estudiantes.
Como no pudimos entrar, nos subimos al Paternoster de la Universität Viena, y seguimos un ciclo completo. Es un elevador muy divertido, te metes en los cubos y te bajas en el piso que quieres (o no te bajas, como lo hicimos nosotros).
Después de estar dando vueltas un rato y perder el tiempo, fuimos a la segunda clase de Lógica en Filosofía. Esta vez era en una especie de sala de conferencias, y cabía mucho más gente, lo cual no evitó que se llenara. Entendí el 1% de la clase (era en alemán) pero ya se como decir "if-then" auf Deutsch =p. Promete ser una clase interesante y muy buena práctica, así que seguiré asistiendo el tiempo que pueda.
Finalmente recibí un email del Tandem Program al cual me decidí a entrar (alguien quiere aprender español así que nos contactan y esa persona practica conmigo español y yo aleman). Aunque sólo pueda decir "ich spreche kein Deutsch".
Y eso qué? preguntaran, pues todo suena muy malo. La respuesta es que a pesar de las vicisitudes, el día fue brillante, sentí la misma sensación que cuando entré a la universidad en México (que ahora en retrospectiva veo que fue una muy padre experiencia en muchos aspectos), cosa que no ocurrió cuando llegué a Alemania, pues aunque también tuve muchas experiencias, hubo también mucha soledad y días negros. Talvez sólo sea la actitud pero a mí me pareció una buena señal. Talvez también porque Katy es una chava muy optimista, o porque por fin estoy haciendo algo otra vez. El punto es que fue un día que valdrá la pena para mí recordar en el futuro, como el arcoiris que indica una promesa.